No es un factor determinante a la hora de reclamar un Swap si la entidad firmante es un particular o una empresa. No se discute en este tipo de casos el carácter de consumidor o minorista del cliente, sino qué información sobre el producto se facilitó por parte del banco con anterioridad a la formalización del contrato.
En la mayor parte de los casos este tipo de productos se comercializaron a pequeñas o medianas empresas que nada tenían que ver con el sector financiero, y a las que no se les dio ningún tipo de información sobre los riesgos que asumían con su contratación, pero en cualquier caso pueden reclamar lo abonado por un swap tanto las personas físicas como las empresas.
Por otro lado, hay que tener en cuenta otro factor determinante a la hora de plantear una reclamación de nulidad de un swap, como es la fecha de finalización del contrato. Con la última jurisprudencia el plazo para solicitar la nulidad del swap es de cuatro años desde la cancelación, y no desde que se giró la primera liquidación negativa.
Por eso, aunque el contrato esté cancelado o finalizado, es posible plantear la reclamación al banco pidiendo la nulidad del swap y la devolución de las liquidaciones negativas giradas, siempre que nos encontremos dentro de los cuatro años.
En aquellos casos en los que sí haya transcurrido ese plazo, no se podrá pedir la nulidad del contrato, pero en cambio se podrá plantear una reclamación de daños y perjuicios en base al incumplimiento en el deber de información del banco.
En RZS Abogados somos expertos en reclamaciones bancarias. Por ello, si en su día el banco le ofreció un contrato de Swap con su financiación, no dude en ponerse en contacto con nosotros llamando al teléfono 915 433 123 o escribiéndonos a través del formulario web. Analizaremos su caso y le informaremos, sin compromiso, de la posibilidad de reclamación.
